lunes, 9 de marzo de 2009

Vamos de paseo, ti ti ti, en un auto feo, ti ti ti

A esa altura, ya habían pasado dos meses desde que nos conocimos. El seguía viajando a Buenos Aires y yo a La Plata prácticamente todos los fines de semana. La pasábamos de maravillas juntos: él me acompañaba a mirar vidrieras, yo lo acompañaba al médico, mirábamos partidos de River juntos, siempre que mi mamá me llamaba a mi celular él se ponía a charlar con ella… Me había olvidado de mencionarlo, pero la primera vez que él fue a mi departamento, se llevó dos ositos de peluche que yo tenía arriba de mi cama. Y una noche hablando por teléfono, me dijo que dormía con ellos (y era verdad porque cuando fui a su casa, encontré los peluches arriba de su almohada). O un amor total, o un boludo estelar.

Aunque teóricamente iba todo bien, yo había empezado a notar en él como una especie de cambios muy repentinos. Estaba lo más bien y al rato se alejaba, un día me mandaba mensajes desde las 7 de la mañana y al otro día ni siquiera me escribía, se ponía hiper cariñoso y sin darme cuenta ponía distancia, estaba contento y al ratito se bajoneaba… sinceramente no entendía qué pasaba. Me desconcertaba muchísimo y me ponía muy mal porque no sabía los motivos por los que él era tan inestable. A pesar de todo, yo seguía adelante porque ya estaba hasta las manos con esta historia.
Para esos días, ya estábamos en marzo. Era Semana Santa y cada cual volvió por unos días a su respectiva ciudad. Como Azul y Olavarría están a 40km de distancia, no hay mucho inconveniente en viajar y además siempre me quedo en la casa de mi tía, por lo que no vi demasiadas contrariedades para vernos. Entonces yo me fui para su pueblo.

Mi mamá me dejó en la casa de mi tía, entonces lo llamé para ver qué hacíamos esa tarde. Me dijo que no iba a salir, que estaba cansado y que se quedaba mirando una película. Me molestó soberanamente esa actitud, me enojó en demasía su desvarío y me pareció una falta de respeto. Por lo tanto, para evitar asesinarlo, salí a caminar con mi prima y su grupo por el centro de la ciudad. Mientras paseábamos, nos cruzamos al hermano de Sofía, una de las amigas de ella. El chico se llamaba Ignacio, y a simple vista me pareció simpático, buen flaco. El nos llevó a cada una a nuestras respectivas casas, charlamos un rato, y como yo estaba enojada, le pedí su mail a mi prima. Y quedó ahí, por supuesto, porque yo estaba con Patricio y soy completamente fiel. Con el tiempo seguiré contando esa otra historia.

Al otro día, y más calmada por el desplante del día anterior, Patricio me llamó para que vaya a su casa. Llegué y decidimos salir a dar una vuelta. Mientras estábamos cerrando con llave la puerta del frente, estaciona su amigo en el auto, con tres flacos más, y nos invita a pasear. Obviamente, yo pensé que no, que no daba para salir con un grupo de hombres y yo ahí de colada. Pero Patricio no tuvo ni un problema. Nos subimos al asiento de atrás del auto, y ante la mirada atónita de los otros dos chicos, me agarró la mano. Si si, señores. De la mano, arriba del auto de uno de sus mejores amigos, ante la vista de los demás, sin una pizca de vacilación. Y yo chocha de la vida, por supuesto. Dimos vuelta toda la tarde, y quedamos en salir al boliche esa noche.
A eso de las 12 me pasó a buscar con su auto. Nos quedamos un rato en su casa y mas tarde arrancamos para el boliche. Encontramos de nuevo a sus amigos, y charlamos un rato con ellos. Supuse que lo más lógico era que se quedara ahí con su grupo. Pero no. Me equivoqué una vez más. Estuvo toda la noche conmigo. Toda. No me soltó. Toda la noche haciendo mimitos, tomando algo… Estuvimos de lo más bien, de la misma manera que lo hace una pareja de novios consolidada. Y al parecer, iba todo más que bien.
Alguien me dice cómo salir de eso???

3 comentarios:

  1. Nina, yo insisto que deberíamos venir con manual incluido...
    Te sigo leyendo. Gracias por pasar por mi blog y por darme ánimos!
    Beso,

    ResponderEliminar
  2. Nina, lei tu blog, cada una de las entradas. Enganche la historia, igual falta mucha pero mucha informacion. Puedo decir que para comenzar era una linda historia. Vos escribiste en mi blog que te sentias identificada con mi entrada "No me Subestimes". Yo en esa entrada hablaba de las relaciones donde la pareja todo el tiempo te tira abajo, te hace sentir menos, te lava la cabeza hasta llevarte al punto de terminar quedandote completamente sola. Un punto donde no te relacionas con la gente por miedo al rechazo. Yo en ese momento sentia que no valia nada. Hoy hacen casi 3 años de esa historia pero lo deje yo, porque me di cuenta de la realidad, mi entorno me ayudo y hoy valgo muchisimo mas de lo que valia antes. Espero seguir leyendo tus entradas para ir viendo como siguio la historia hasta llegar al punto donde estas hoy, y ahi si poder darte algun consejo. Besos, que sigas bien!

    ResponderEliminar
  3. esque sigo leyendo y no es la historia exacta a la mia obvio, pero tiene cosas tan parecidas a mi historia palabra...

    ResponderEliminar